Comentario general
sobre la exposición.

Pantalla completa Mercè Vila Rigat La información se desborda y supera los márgenes que le habían sido concedidos. Se cuela por las grietas, líquidamente, y llega hasta los espacios más ínfimos, gasificada. Avanza imperante y segura, en forma de color, de luz, de letra o de sonido. A menudo abandona su condición digital para humanizarse hasta hacernos dudar de donde empieza y dónde acaba la realidad, y hasta qué punto quién la crea no es lo era digital, la máquina o la tecnología. Este flujo informativo, amorfo, adopta en cada caso la forma y naturaleza que más le conviene, con una rapidez que supera cualquier movimiento humano. Su capacidad de seducción es infinita y su poder de atracción se acerca a la perfección. Pero el error, a pesar de que ínfimo, también existe y, cuando lo detectamos, lo congelamos y lo explotamos. Así, la creación también dirige la mirada hacia este glitch o error, que surge en el contexto electrónico y posiblemente no tiene sentido fuera de este. El error en el sistema, el problema técnico o el intervalo de tiempo que transcurre hasta que una señal deja de dudar y encuentra su lugar se traduce en imágenes incómodas, imperfectas y movidas que dificultan la lectura adecuada de la pantalla completa. Cabrer parte de este glitch y se acerca, haciendo un zoom que nos impide, ya del todo, leer la imagen original, centrando ahora la mirada en un detalle, un rincón o una rendija que nos impide intuir la fuente. El error se desvincula de su connotación peyorativa y se entroniza; se acomoda encima de la tela y la rareza digital se traduce al lenguaje pictórico. Los píxeles se vuelven pintura acrílica. Este zoom digital hecho de formas poligonales y cuadriculadas convive con imágenes microscópicas y vitales que nos remiten a las formas más orgánicas y celulares. Volvemos a confundir los límites de la realidad. Pero esta confusión, escoltada por fragmentos de error y de caos, de manera incomprensible, se ordena. Porciones rectangulares, una junto a la otra y sin aparente relación entre ellas, se organizan mediante escalas de colores, degradados, conexiones, visiones microscópicas o la imaginación de miodesopsias pintadas. Todas las obras juntas crean una sola donde los fragmentos que las forman se reordenan por colores, por naturaleza o por error. La explosión cromática nos ofrece un estallido silenciado que sólo se para en breves y necesarios momentos. Entremedias de esta explosión imparable, de vez en cuando, la pausa, el blanco. El blanco como porción de calma, reserva donde el desbordamiento no ha llegado, el único respiro antes de la explosión informativa. El blanco como rayo iluminador. Y salir de Pantalla completa. Contar segundos. Esperar el trueno.
Pantalla completa 7
Joan Cabrer
Pantalla completa 7, 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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Pantalla completa 1
Joan Cabrer
Pantalla completa 1, 2017
Acrílico sobre tela
146 x 114 cm

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deepweb2
Joan Cabrer
deepweb2, 2017
Acrílico sobre tela
130 x 97 cm

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Mapa de bits 2.
Joan Cabrer
Mapa de bits 2., 2017
Acrílico sobre tela
65 x 44 cm

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Pantalla completa
Joan Cabrer
Pantalla completa, 2017
Acrílico sobre tela
65 x 54 cm

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Pantalla completa 6.
Joan Cabrer
Pantalla completa 6., 2017
Acrílico sobre tela
61 x 50 cm

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Pantalla completa 3.
Joan Cabrer
Pantalla completa 3., 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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Pantalla completa 12.
Joan Cabrer
Pantalla completa 12., 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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Pantalla completa 4
Joan Cabrer
Pantalla completa 4, 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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Pantalla completa 8
Joan Cabrer
Pantalla completa 8, 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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Pantalla completa 5
Joan Cabrer
Pantalla completa 5, 2017
Acrílico sobre tela
41 x 33 cm

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